Cómo trabajo

Construyo cada pieza de cerámica a mano, sin usar un torno, uniendo cuidadosamente rollos de arcilla. Sobre las superficies, ligeramente húmedas, aplico con distintos pinceles, varias capas de engobes o arcillas coloreadas y, en los interiores, después de la primera cocción, vidriados ricos en matices.

Preparo todos los materiales que utilizo a partir de las materias primas, en base a fórmulas que he ido probando a lo largo de muchos años. Los componentes que uso son minerales, principalmente arcillas, cuarzo, feldespatos y una variedad de óxidos y carbonatos.

Mis cerámicas son de alta temperatura, por lo tanto sólidas y durables. Horneo todas las piezas dos veces: en la segunda cocción, las cerámicas alcanzan, a 1250°C, la temperatura de madurez y su aspecto definitivo. Es la culminación de un proceso largo y fascinante, al cabo del cual obtengo una obra terminada.

Mis piezas tienen distintas formas, perfiles y tamaños; ninguna es igual a otra. En sus caras se manifiestan el contraste y el movimiento, así como la abstracción y la figura, lo que define su carácter propio.

Por su configuración y usos posibles, he organizado mi obra en cinco líneas: Okhra, Terra, Azura, Kreta y Umbra.